En palabras de Clemons: “¿Tienen hombres y mujeres una manera distinta de negociar?” Esta pregunta se planteó en un panel de discusión sobre mujeres y negociación en la Universidad de Pensilvania. “Los hombres piden las cosas –empleo, aumentos de sueldo, proyectos, compromisos- dos o tres veces más que las mujeres.” De acuerdo a este estudio, se concluyó que las mujeres tienen el temor de parecer personas negativas, agresivas o demasiado atrevidas al pedir lo que desean. Por ende, la clave de pedir debe prevalecer en aquello que se desea lograr.
Dicho temor, de cierta manera es justificado, debido a los mandatos de género establecidos que sugieren que las mujeres son catalogadas como “arrogantes” antes que los hombres al momento de pedir. Asimismo, la ausencia de las mujeres en los procesos de negociación no se justifica por su supuesta falta de experiencia en materia de negociación o de resolución de conflictos. Más bien, es la falta de esfuerzos dirigidos a integrarlas en los procesos formales de negociación o la minimización de la importancia a los temas que muchas mujeres quieren impulsar, como la inclusión de los temas de género o el rechazo a que una mujer sea moderadora. |