Para sostener un discurso deliberativo de calidad, lo primero que debemos tratar de hacer es apartarnos del prejuicio y las preconcepciones, y apelar a nuestra racionalidad. Y eso es avocarnos a construir un discurso sólido y con buenos argumentos que nos permita posicionar una idea, disuadir a los demás y posiblemente llegar a negociar algunas modificaciones a nuestra idea original.
La siguiente información te permitirá lograrlo.
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